lunes, 14 de diciembre de 2009

Proyecto Educativo Institucional

En la vida habitual de la escuela, forjamos lo que queremos, asumimos ideas creativas acerca de cómo se podrían hacer las cosas, surgen problemas y buscamos soluciones, pero muchas veces actuamos en forma instintiva o improvisada, dejando que las situaciones acontezcan y los problemas nos excedan en lugar de poder anticiparnos.

La construcción de un proyecto Educativo, de acuerdo con las últimas investigaciones en educación, apuntan al mejoramiento de la calidad, de esta forma, podemos hacer la presunción de que Chile asumió esta vía como recurso hacia una reforma educativa más consistente con la fehaciente convicción de obtener logros que beneficien a la población escolar en relación a su calidad y equidad educativa.

De este modo, el Proyecto Educativo Institucional (PEI) debe ser tomado como centro de conocimiento, tiene que poder ser explicitado por los miembros de la comunidad educativa, compartido, documentado y reflexionado.

La institución debe planificar su PEI. No basta con que los integrantes tengan "alguna vaga idea" acerca del proyecto de la escuela a la que pertenecen.

Para pensar el proyecto institucional, comencemos preguntándonos: ¿Qué es un Proyecto Educativo Institucional?

El PEI es un proceso que se construye entre los diferentes actores y entre éstos con el contexto escolar, con una óptica hacia la obtención de logros y resultados educativos, que demandan primeramente de una identidad colectiva proferida siempre a la política educativa del país.

Los actores son personas que desempeñan determinados roles. El PEI es ante todo un proyecto social, y es por eso que el espacio donde se despliega la labor está marcado por las relaciones, importes y participación de los grupos o actores implicados.

Es participativo en tanto todos los actores opinan, deciden, elaboran y evalúan el Proyecto. Desde este punto de vista se contemplan la dimensión administrativa, la pedagógica, y la comunitaria en forma articulada; la gestión es sistémica o integral.

De esta forma, la gestión curricular es concebida en forma amplia. No son sólo los contenidos a ser transferidos en el aula; abarca las demás interacciones que se generan en la escuela.

Para la obtención y puesta en marcha del Proyecto desde este modelo, cambia la incidencia del rol del Director. Si bien es un rol crucial por su carácter de conductor (se trate de una persona o de un equipo), el liderazgo no radica exclusivamente en él, sino que implica toma de decisiones colectivas, y por ende la responsabilidad y la tarea asumida es compartida.

Dentro de la institución, los distintos actores tienen independencia, y hay una coyuntura entre el compromiso individual y el grupal. El poder está compartido, y si cada uno hace bien lo que tiene que hacer, la institución se favorece.

Es de primer orden, la participación de los actores como elemento consustancial del proceso de gestión del PEI, asegurándose que la misma sea participación real y no simbólica.

Objetivos que se plantea un Proyecto Educativo Institucional:

Objetivo General: Aplicar una estrategia para la obtención del proyecto educativo institucional que facilite a la comunidad educativa de la institución, participar, reflexionar y construir a modo de consenso, sobre dicho proyecto.

Objetivos específicos:
- Fundar caminos estratégicos a aplicar.
- Construir el diagnóstico de la institución.
- Instaurar las metas de la institución.
- Construir la doctrina de la institución.
- Definir la misión y visión de la institución.

Es preciso mirar hacia adentro de la escuela para conocer los mecanismos que la conforman, como se corresponden y articulan, teniendo en vista los recursos humanos, materiales y sus destinatarios. Es así como adquiere sentido un Proyecto Educativo Institucional, velando con y para una meta clara y preestablecida, pero siempre contemplando como prioridad la complacencia de las necesidades e intereses de los alumnos y alumnas, lo que sin lugar a dudas cambia de acuerdo al momento, al contexto, y a la contingencia local y nacional que se este desarrollando.

Por lo tanto, sólo será posible que los PEI sean instrumentos efectivos para optimizar los aprendizajes de los estudiantes cuando se instituya como práctica regular el diálogo constante y metódico entre los diferentes actores de la institución, a través de sus conocimientos y del análisis de sus prácticas, con el objeto de evaluar y reformular el PEI en función de la realidad socio- cultural, los desafíos y fortalezas que tienen y deben enfrentar los estudiantes para mejorar sus logros de aprendizaje.

Jacquelinne Albetman
Profesora de Lenguaje, Magíster en Gestión Educacional